Este documental dirigido por Zeta Fernández y Ladislao Palma, fue realizado a partir de una recopilación de registros e imágenes de archivo, desde el año 2008 hasta el 2022, en ese sentido el trabajo de la corrección de color significó para mi un entretenido desafío a la hora de realizar el match de color a cada escena, además de ajustar contrastes, balances de blancos y saturaciones, todos diferentes en las distintas cámaras. Una vez lograda la unidad visual, se tomó la decisión de dirección de trabajó la pieza con un nivel de contraste bajo y respetando en su justa medida la textura de cada cámara, resaltando el hecho de que es un documental realizado a partir de archivo, es decir, no buscamos igualar todas las cámaras a la perfección sino perderíamos esa sensación del paso de los años y del trabajo colectivo que genera la mixtura de cámaras. Además al ser locaciones diferentes, hemos dado un leve tono diferenciador a cada una, algo muy sutil, pero podrán notar por ejemplo un leve tono amarillento en ventanas, un magenta en mejillones, un contraste más alto en las imágenes submarinas o las de paisajes de chile al comienzo. Además del trabajo de corrección de color, en este proyecto colaboré en guión y cedí imágenes de mi archivo personal y imágenes grabadas para Oceana Chile.